La voz es la voz, es la hija de los pensamientos, el fruto que se come dulce, y lleno de sabor, que se viste de fiesta y sale a la plaza a perfumar historias con su canto. La voz es la madre de los poemas, de los cuentos, de las historias nocturnas, la voz es la abuela de los conjuros, de las súplicas, de las invocaciones. La voz, el regalo de los dioses para que la memoria permanezca a pesar que el tiempo quiera llevársela.
Isaac Carrillo Can
Verónica García Rodríguez